TALLER DE TABLAS DE RUTA CON JAIRO Y YOAN PORTELA • Universidad de los Andes, (Colombia), 2014 - 2015

la vieja tabla de ruta que tanto nos ayudó a movernos por BOGOTá ahora ayuda a estudiantes de diseño a entender los principios básicos del diseño tipográfico.


 

La tabla de ruta bien puede ser uno de los artefactos más icónicos de la vida urbana de Bogotá en el último medio siglo. A lo largo de varias décadas esta pieza de triplex atiborrada de palabras y colores ha ayudado a los habitantes de la ciudad a distinguir las diferentes rutas de buses, busetas y colectivos. Una contribución que no es menor si consideramos lo complejo y desorganizado que ha sido tradicionalmente el transporte público bogotano. Ahora, cuando está a punto de desaparecer por cuenta de la implementación de nuevos sistemas de transporte masivo, la tabla de ruta nos está ayudando a algo más.

Como muchos de los productos de la gráfica popular, la tabla de ruta no tiene un único autor claramente identificable. Es el resultado de la intervención de cientos de manos, desde decoradores de buses hasta coordinadores de ruta, que con los años fueron depurando y curtiendo su diseño. Unas de esas manos son las de Jairo Portela y su familia.

Jairo llegó a Bogotá proveniente del Tolima a principios de los años setenta y rápidamente se hizo un lugar dentro de lo que podríamos llamar el gremio de los acondicionadores de vehículos de transporte público: una interesantísima comunidad de oficios –cabinadores, tapizadores, electricistas, pintores, letristas, comerciantes de lujos, etc.– que surgió alrededor de las sedes de las empresas de buses y que gestó una vistosa cultura visual que durante años fue dueña y señora de las calles de Bogotá y que hoy se encuentra en vías de extinción.

Ante la inminencia de su desaparición, le propusimos a Jairo y a su hijo Yoan realizar un taller para los estudiantes de la clase de tipografía del Departamento de Diseño de la Universidad de los Andes alrededor de la tabla de ruta. Por tratarse de una pieza de comunicación netamente tipográfica, la tabla se presta muy bien para entender ciertos prinicipios básicos del diseño tipográfico como la jerarquía, la proporción y el contraste. Si a eso le sumabamos el hecho de que en su versión más clásica la tabla de ruta se produce a partir de plantillas cuyas letras han sido pintadas y cortadas a mano, su fabricación es una excelente excusa para practicar la construcción de letras.

En el primer taller (abril de 2014) los estudiantes tuvieron libertad para elegir los textos que compondrían en las tablas. En el más reciente (septiembre de 2015) quisimos ser ser más coherentes con la naturaleza de la tabla y de paso motivar a los estudiantes tener una relación más cercana con la ciudad en la que viven, así que los instamos a reconstruir en la tabla un trayecto que recorrieran a diario. Cada taller fue introducido por una presentación en donde Jairo y Yoan nos hablaron de la evolución de la señalización del transporte público bogotano y de los rigores propios de su oficio.

Ha sido un verdadero lujo contar con Jairo y con Yoan y les agradecemos mucho su disposición y generosidad. Los talleres han sido una nueva demostración de lo mucho que se puede aprender de la gráfica popular cuando se le mira con delicadeza y respeto. Nuestra ilusión es que además hayan servido para que los estudiantes, con la excusa de practicar el diseño tipográfico, hayan aprendido algo más sobre esas personas y esos oficios sin los cuales la vida en Bogotá sería sencillamente imposible.


con el auspicio de:

 
 

Pintores involucrados:

JAIRO PORTELA

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YOAN PORTELA