LA PINTURA PICOTERA DE WILLIAM GUTIERREZ• Unión Gráfica del Pacífico, Santiago de Chile (Chile), octubre de 2013
una leyenda viva de la gráfica popular colombiana comparte los secretos de la pintura picotera con estudiantes de la universidad de chile.
En octubre de 2013, dos colectivos gráficos, una universidad pública, una universidad privada, una entidad gubernamental y un bar juntamos fuerzas para realizar una especie de festival dedicado a la gráfica popular, esa forma de patrimonio visual que compartimos los latinoamericanos.
El evento giró en torno a la persona y al trabajo de tres pintores –uno chileno, uno peruano y uno colombiano– que dieron cátedra y compartieron sus secretos ante un centenar de estudiantes de arte y diseño.
Por Chile el representante fue Juan Cadena, un pintor santiaguino que se ha especializado en la rotulación manual de vehículos de transporte masivo. Por Perú, Elliot Tupac, una de las principales figuras del lettering latinoamericano y miembro de una familia dedicada desde hace años a los llamados "afiche chicha". Y en representación de Colombia, el maestro William Gutiérrez, una interesantísima combinación de artista empírico y artista académico, uno de los grandes de la pintura picotera del Caribe colombiano y una de las leyendas vivas de la gráfica popular de nuestro país.
A lo largo de la semana realizamos un taller en donde una docena de alumnos aprendieron las claves de la pintura picotera y a manera de cierre hicimos una charla en en Centro Cultural La Moneda frente a cuatrocientas personas.
Nada de esto hubiera sido posible sin la energía y buenísima onda de todos los involucrados. Detrás del proyecto estuvimos La Nueva Gráfica Chilena, un colectivo que de unos diez años para acá viene sacudiendo el panorama cultural chileno con proyectos que van de los fanzines a los happenings; la Universidad de Chile, la Universidad Diego Portales, el Concejo Nacional de la Cultura y las Artes del Gobierno de Chile, y Populardelujo.
También ayudaron mucho la pizza y los piscos del Sindicato, el restaurante-bar de Alfredo Calderón (el hombre detrás del Museo de Arte Callejero) que les recomendamos cuando “sus viajes de negocios o placer” los lleven a Santiago. Buena música, buena comida y gente muy chévere.
Un agradecimiento muy especial a Rodrigo Dueñas y Pablo Castro de LNGC, motores clave detrás de toda esta historia. Fue un verdadero placer haber estado en Santiago y haber sentado las bases de lo que esperamos se convierta en una bola de nieve panamericana. ¡Larga vida a la Unión!
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Pintores involucrados:
WILLIAM GUTIERREZ
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